La labor del arbitraje en kendo es una de las más importantes en esta disciplina. Más allá de que su papel se desarrolle en el área más deportiva, el shiai, lo cierto es que los árbitros son los encargados de determinar un buen punto de aquello que no lo es. Para el ojo inexperto esta es una cuestión que podría estar más o menos clara pero para aquellos que practicamos kendo no es así en la mayoría de las ocasiones. Puntuar en kendo es mucho más complicado que pegar en el sitio indicado e intervienen multitud de factores que deben ser tenidos en consideración. Por si eso fuera poco, los criterios son distintos en función del nivel de aquellos que están compitiendo, lo que complica todavía más esta tarea.
En este sentido, la visita de Takizawa Sensei a Madrid suele coincidir con la realización de los cursos de arbitraje de kendo y que lamentablemente en algunas ocasiones no se han podido realizar debido a que es necesario un número mínimo de interesados. Esto último es del todo sintomático y pone de manifiesto un problema: la escasez de árbitros en España. Una situación que muestra su peor cara en competiciones oficiales como el campeonato de España o en las liguillas, donde la falta de este personal cualificado dificulta la celebración de estos acontecimientos.
Es evidente que por tomar parte en este curso uno no está capacitado para poder arbitrar a nivel nacional, pero sí es cierto que es un primer paso de cara a formarse y contribuir al desarrollo y la mejora del kendo, en este caso de España. Para ser un buen árbitro se necesita mucha experiencia y para ello hay que practicar, entrenar y hacer shiai para poder discernir lo que es el yuko-datotsu (punto válido) de aquello que lo parece, en ocasiones en cuestión de pocos segundos. Como mencionaba anteriormente, tener buenos árbitros mejora el kendo de los competidores, precisamente porque permite destacar aquellos puntos que son buenos. Además, un shinpan (árbitro) formado y con experiencia es más difícil de engañar o que se deje llevar por los sentimientos. En resumen, que todos salimos ganando si contamos con buenos árbitros.
Todo esto no se consigue de la noche a la mañana y en efecto, pagar por la titulación puede que nos capacite a nivel legal pero no para ponernos al frente de una competición oficial, pero por algo se empieza. Lo que está claro es que no se puede vivir de rentas eternamente y que antes o después los kendokas que estamos formándonos tendremos que tomar el testigo de nuestros maestros en algún momento.
Todas estas impresiones han sido reforzadas tras mi experiencia en el curso de arbitraje realizado en la visita de Takizawa Sensei a Madrid. Y es que no hay nada mejor que ponerse a uno mismo en la situación de otros, en este caso del árbitro, parar darse cuenta de lo difícil que es y de la responsabilidad que se tiene. Desde la «barrera» todo se ve muy claro, pero cuando es el responsable final y en sus manos está el decidir quién gana o quién pierde la cosa cambia de forma completa.
En este caso el arbitraje se produjo con niños y aunque pueda parecer que es algo sencillo, la verdad es que no lo es. Como señaló Takizawa, a los niños no se les puede juzgar con el mismo baremo que a los adultos por cuestiones obvias. El caso es que me resultó bastante complicado discernir qué golpes levantar, y sobre todo, intentar no dejarme llevar por las acciones del resto de árbitros. Pero para eso está el curso, para aprender, cometer errores y poder así no repetirlos en un futuro. Al final, con el arbitraje ocurre algo parecido como con el entrenamiento, aquello que no se practica no se hace y cuando se hace, casi seguro que saldrá mal.
Por tanto, más allá de esta reflexión sobre el arbitraje y su importancia, si de algo me gustaría que sirviese este «post» es para invitar a la reflexión de los kendokas y para que en los próximos años podamos tener cada vez más y mejores árbitros.
Fotografías cecidas por Nico y Fernando
Primero decir que estoy de acuerdo con lo que expones y que he asistido a todos los cursos sobre arbitraje que he podido. También te puedo decir que me he sacado el título de árbitro.
El problema, como bien dices, es que algo que no se practica saldrá mal casi con seguridad. Cuando he intentado arbitrar no me han dejado por falta de experiencia, y te puedo asegurar que conozco muchos casos con el título de árbitro en su poder que les pasa exactamente lo mismo aún teniendo más experiencia que yo. También entiendo que no te dejen arbitrar un campeonato de España cuando no has arbitrado en tu vida pero ¿Cuantas ocasiones disponemos para arbitrar a lo largo del año?
Cierto es que cada vez hay más torneos de kendo, pero también es cierto que no se suele dejar arbitrar por falta de experiencia. En mi opinión es la pescadilla que se muerde la cola. Hace falta competir para ser un buen árbitro, pero también hace falta arbitrar para coger experiencia y poder mejorar en el kendo y en el arbitraje. Quizás si realizamos campeonatos con categorías en la que los más veteranos puedan arbitrar para conseguir experiencia….
La verdad es que es un tema complejo que llevaría muchas horas para llegar al punto que dices: Hacen falta más y mejores árbitros.
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Muchas gracias Andrés por tu comentario. Estamos de acuerdo en que es una situación compleja en la que todos deberíamos contribuir a dar solución. Lo de los campeonatos para kyus y categorías inferiores es una buena idea y puede que sea un buen comienzo. No se si esto lo hemos hablado alguna vez en persona, pero creo que al final tocará sentarse e intentar buscar un compromiso para que una iniciativa como esa pueda ver la luz. Quiero creer que poco a poco avanzaremos en esta materia, aunque ya veremos como evoluciona todo.
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